Incluyendo el pasar 7 días bajo el agua y estar de pie en una torre de 56 centímetros de ancho y 45 metros de altura durante 35 horas.
Se hizo popular con la magia callejera o ‘street magic’ y ciertamente, en los últimos años le he perdido la pista. Ahora veo que, más que magia, busca retos humanamente imposibles.