Sylvester Stallone pagó un millón de dólares para que el especialista Simon Crane se deslizara entre dos aviones sobre un cable a 4,6 km de altura, convirtiéndose en la acrobacia aérea más cara de la historia, según el Libro Guinness de los Récords.
Por lo visto, la escena era tan peligrosa que todas las aseguradoras se negaron a hacerse cargo de la misma, con lo que Stallone tuvo que poner el dinero de su propio bolsillo. La peli es Máximo Riesgo (1993).