Sorpresa bajo el capó El propietario del coche no podía mover la palanca de cambios y tampoco abrir el capó. Tras ser remolcado a un taller, el mecánico se encontró con el tesoro de una ardilla: cientos de nueces almacenadas bajo el capó.
Una ardilla se emborracha comiendo peras fermentadas La dueña de la casa encontró una bolsa con peras pasadas y estropeadas limpiando su frigorífico y decidió dárselas a las ardillas.