Ocurrió el viernes 4 de marzo en Austin (Texas) y tuvieron incluso que interrumpir la proyección, abandonando parte del público la sala. La dirección del cine no descarta que podría tratarse de una broma por parte de algún espectador trolaso.
Me siento identificado con el despiste de este niño, que está llorando desconsoladamente porque ha perdido su preciada botella de agua de Batman… y la lleva en la mano.