Se acabo el robar y arrancar espejos.
No se en vuestra ciudad, pero hubo una época en que los espejos retrovisores de los coches de mi barrio desaparecían como por arte de magia (a mi me los arrancaron hasta 2 veces). Por lo visto lo hacían para preparar y consumir la coca. Otros decían que los vendían en el mercado negro de algunos desguaces y chatarrerías… a saber.