Esperemos que la toxina que poseen estos peces no afecte a estas aves como afecta a los humanos (es 1.000 veces más venenosa y potente que el cianuro y encima no existe antídoto).
El canto de apareamiento del Campanero Blanco fue registrado hasta en 125 decibelios, más fuerte que el donido de un taladro industrial o un martillo neumático. Tiene el tamaño de una paloma y vive en lo más profundo de la Amazonia.