Juraría que este vídeo ya lo había publicado hace un par de años, pero no lo localizo. En cualquier caso, vale la pena recordar uno de los saltos más espectaculares que he visto en plena calle.
Mi teoría es que este pobre repartidor de Amazon le debe tener terror a los ladridos y a los perros, se puso nervioso y ese desafortunado salto hizo el resto.