En el barrio londinense del Soho, un hombre burló la seguridad del príncipe Guillermo y la princesa Kate saliendo de una farmacia. No es difícil imaginar qué hubiera ocurrido si hubiese tenido otras intenciones.
Siempre me llama la atención la poca seguridad de la gente que trabaja a estas alturas. Y esta vez no estamos en el lejano oriente ni en el tercer mundo, que esto es EE.UU.