¿A quién se le ocurre meterle esos desvíos a un tobogán, cuando toda la vida de Dios han sido rectos?.
Y ya que estamos, recordemos el que inauguraron hace un par de años en Estepona (España) y tuvieron que cerrar varios días después por el mismo motivo.
Es fácil: agarras a la abeja reina con tu mano y el resto de abejas te acompañará por todo el brazo. Ahora a ver quién es el valiente que se atreve a imitarle.