El canto de apareamiento del Campanero Blanco fue registrado hasta en 125 decibelios, más fuerte que el donido de un taladro industrial o un martillo neumático. Tiene el tamaño de una paloma y vive en lo más profundo de la Amazonia.
Bonita foto para el Insta, pero ese aguijón en la cola, además de desgarrar allá donde te pique, suelta una toxina venenosa que penetra en la piel, y llega a causar fuertes espasmos musculares, parálisis, dolor e irritación. Hala, a disfrutar las próximas 48 horas.