La familia paseaba por el monte cuando de repente les sorprende la presencia de un oso, justo detrás del niño. La sangre fría del niño, tomandoselo con calma, te deja helado.
Debe ser una experiencia única combinar el viaje en tirolina a 182 metros de altura con esas espectaculares vistas. Está al sur de Cotabato (Filipinas), por si os pilla cerca.