Los pilotos de aviones caza deben tener una gran tolerancia a la fuerza G, de lo contrario tienen el riesgo de desmayarse y perder el conocimiento. Esta prueba se realiza en la conocida como «centrifugadora para pilotos».
«Nunca antes le había dado a mi perrita Mocha un huevo entero. Se emocionó mucho cuando le pregunté si quería el huevo. Estaba saltando sin parar y rogándome que se lo diera». Es curioso hasta el punto que llega a protegerlo… y sin romperlo en ningún momento.