Es lo que tiene vender carne y pescado fresco en la calle a temperatura ambiente, sin refrigerar (que con lo adelantados que están en oriente, esto nunca lo he entendido).
Por lo visto, la cebolla agrega un toque picante que atraviesa la dulzura del refresco, lo que da como resultado un sabor bastante inusual y agradable. Lo probaré.