Es lo único que me flipa de TikTok, esos ‘mixes’ improvisados de gente con talento que se une y enriquece un vídeo hasta convertirlo en una obra de arte. En el caso de este, empieza con el ruido de una secadora y termina con un ritmazo y un flow que ya quisieran muchos temas musicales. ¡Sube el volumen!