Cada mañana se repite un adorable ritual Max, un vecino de 84 años, se asoma a la ventana y regala golosinas a los dos perros de su vecina Isabel, que esperan pacientemente cada día desde el balcón el ansiado momento. Tampoco te pierdas...Yo, cada mañana después del…Cada mañana me encuentro a…Nunca está de más comprobar…Ritual previo al combate