No es difícil imaginar la historia que debe haber detrás… (Niña que quiere piercing, tatuador que exige autorización del padre o la madre tras ver lo joven que es, y autorización escrita por la propia niña con nulo éxito).
«Mi marido y yo estábamos jugando con nuestra hija y sin saber cómo, el anillo que llevo en la nariz se quedó enganchado en la red del parque de la peque.»