¿Te has preguntado alguna vez cómo sería estar en una piscina y que de repente se produzca un terremoto? Ni más ni menos que un terremoto de 7,8 en la escala de Richter. Brutal cómo la piscina se convierte en un mar embravecido. Sucedió el 25 de abril de 2015 en el distrito de Lamjung (Nepal).