La prueba fehaciente de que los reptilianos están entre nosotros No tengo ni idea de quién es, pero esos gestos son oro puro.
Lo último para destacar en la pasarela es desfilar esquivando cuchillos imaginarios Vaya, parece que al final le alcanzó uno de lleno…
Mientras tanto, en la reserva del lago Clark (Alaska) A ver ahora cómo volvéis a casa con un gran oso pardo curioseando en vuestra avioneta.